La historia de las fajas se remonta a la antigüedad, donde eran utilizadas para proporcionar soporte y modelar la figura. Durante el Renacimiento y el Barroco, se convirtieron en un elemento importante de la moda femenina, realzando la figura y siendo símbolos de estatus social. En el siglo XIX, los corsés adquirieron una importancia aún mayor. En el siglo XX, con la emancipación femenina, los corsés fueron reemplazados gradualmente por prendas más cómodas, aunque evolucionaron para adaptarse a nuevas necesidades y estilos de vida. En la actualidad, las fajas continúan siendo populares por razones estéticas y prácticas, siendo más cómodas y adaptadas a diferentes usos médicos y de moda.